domingo, 10 de junio de 2012

.otro como cualquiera

Vio que era una coincidencia irrefutable -algo extraña- que crecía en la pared, de un acabado  un tanto desprolijo, y que llegaba a sus pulmones de manera sutil. Marea de signos de pregunta y reflexiones nublaron la vista y aquella sirena. Un sorbo más del mate, ya frío, y la mañana del domingo siguió su rumbo...